Hoy, 23 de marzo, celebramos el Día Mundial del Ascensor, un invento que simboliza progreso, accesibilidad y autonomía.
Los ascensores no son meros artefactos técnicos; son herramientas esenciales que garantizan la movilidad, la inclusión y la dignidad de miles de personas.
Sin embargo, en la Comunitat Valenciana, esta fecha nos obliga a reflexionar sobre una realidad urgente: la inoperatividad de los ascensores en viviendas afectadas por la DANA, una situación que vulnera derechos fundamentales y profundiza la desigualdad.
Tras los graves daños ocasionados por la DANA del 29 de octubre del 2024, numerosos edificios siguen sin contar con ascensores funcionales. Para las personas con discapacidad, movilidad reducida, personas mayores o en situación de dependencia, esta carencia no es una simple molestia: es una condena al aislamiento.
Quienes dependen del ascensor como producto de apoyo se ven privados de su libertad para salir de casa, acceder a servicios básicos, trabajar o participar en la vida social.
Se trata de una violación de sus derechos humanos, reconocidos en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y en nuestra legislación estatal y autonómica.
La falta de ascensores operativos tras la DANA evidencia una discriminación estructural; y se ignora que, para muchos, el ascensor es la única vía para evitar el confinamiento en sus hogares. Esta negligencia agrava la vulnerabilidad de quienes ya enfrentan barreras diarias, convirtiendo un desastre natural en una crisis de derechos prolongada. Desde el CERMI CV exigimos:
1. Actuaciones urgentes para rehabilitar los ascensores en zonas afectadas, con criterios de accesibilidad universal.
2. Protocolos de emergencia inclusivos que prioricen la reparación de ascensores como infraestructura crítica ante desastres.
3. Compromiso político y presupuestario para garantizar la accesibilidad en viviendas, incorporando ayudas específicas para colectivos en situación de mayor vulnerabilidad.
4. Prioridad al pago de las indemnizaciones por parte del Consorcio de Compensación de Seguros, de los daños materiales para que las comunidades de propietarios de edificios y viviendas con personas en situación de mayor vulnerabilidad puedan restablecer el funcionamiento de los ascensores.
5. Sensibilización social sobre el ascensor como elemento de equidad, no de lujo.
En este día, recordamos que un ascensor no sube ni baja personas: eleva derechos, dignidad y ciudadanía. No podemos normalizar que, tras la DANA, haya quienes lleven meses esperando recuperar su autonomía. La accesibilidad no puede ser la última rueda del carro en la reconstrucción.
Hoy y siempre, el CERMI CV seguirá alzando la voz por un territorio inclusivo, donde ningún vecino quede atrapado por la indiferencia.
Firma
Luis Vañó Gisbert (Pte de CERMI CV)